martes, 19 de enero de 2010



Toda ficción es lejana. Absurda. Mentirosa
hasta que vemos sus huellas frente a nuestra ventana
Son su dedos los que tocan hombro indiferente y desconfiado.

Cuando gira la cabeza
(a veces con las ideas, la historia a medio decir
y las utopías para arreglar este mundo con humo, vino y dedo en alto,
las utopías dormidas)
ya es tarde.
Se te congela la palabra
el aire duele
la piel... la piel que no quiere

es que
la puerta, esta, la tuya
está abierta.

Entonces, aquella ficción,
fábula siempre de otros,
ahora, te mira de frente

Y no te deja
no
no te deja mirar para otro lado

3 comentarios:

Clara Castillo dijo...

Qué bueno! :) Un besote.

Damián dijo...

lo dije antes

y lo digo ahora


UN GOLAZO!!!

Adriana Luna dijo...

gracias Clara!

gracias, grandote...

(hay que confesarlo... que bien se siente cuando alguien nos lee, no?)

abrazos a ambos